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Historia del Fundador

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Despues de haber estado 14 años en un hogar de menores he podido experimentar en carne propia lo vulnerable que podemos llegar a ser en nuestra infancia y adolescencia pero también lo fuertes y capaces que podemos llegar a ser para sacar a la luz lo mejor de cada uno.  

Muchos me mirarán como una víctima del sistema pero sin embargo con el pasar del tiempo me he podido considerar victorioso ante los impedimentos y las dificultades que he tenido que atravesar durante mi vida.  

A los 17 años salí del sistema llamado “hogar para niños” y comencé a enfrentarme con un mundo desconocido en el cual tendría que poner en practica mis fortalezas y virtudes que pude desarrollar durante mi infancia.  

La mayor virtud que me llevó a fortalecerme internamente fue la esperanza.  Hasta el día de hoy la he podido mantener a mi lado para los proyectos de vida que tengo y no la he perdido.  Como dice el dicho, “la esperanza es lo último que se pierda.”  

Despues de haber trabajado 10 años para una gran aerolínea, haber viajado por various países del mundo y haber sido promovido 6 veces para obtener cada vez mejores beneficios y recursos que me ayudaron a suplir mis necesidades y las de mi familia… aprendí a compartir y ayudar a que otros también pueden tener esperanza de un mejor vivir.  

Tuve el privilegio de vivir en el extranjero, aprender otra idioma y estudiar en Nueva Zelanda en el South Pacific Bible College. Allá Dios me abrió una gran puerta para estudiar teología y counseling (consejería familiar) donde me gradué con excelencia.  Con esta experencia logré entender de mejor manera uno de los propósitos por lo cual estamos en este mundo: conocer a Dios, nuestro Creador y dar a conocer Sus grandes virtudes y misericordia a través del amor hacia los demás.  

Me casé en Los Estados Unidos donde fui bendecido grandemente con una excelente esposa quien, gracias a Dios, se encuentra a mi lado y comparte el mismo deseo y llamado de Dios para servir a los demás.  Nos regresamos a Chile hace más de 7 años.  Ahora formamos una familia y Dios nos ha regalado maravillosos hijos.  

Junta a mi esposa durante la pandemia vimos una gran necesidad en los campamentos donde muchos niños hacían largas filas para conseguir alimento en las ollas comunes.  Fue
entonces donde aquellos recuerdos de mi infancia volvieron a florecer.  Me vi nuevamente reflejado en la vida de cada uno de ellos y nos propusimos hacer algo a respeto.  

Juntos decidimos comenzar esta fundación llamada “Vidas Cambiadas.”  En la cual queremos compartir con niños, hombres y mujeres el gran amor de Dios y ayudarles a desarrollar los dones y virtudes que cada uno posee para poder ser un gran instrumento para los demás en este mundo y ayudar a los mas necesitados.  Como yo un día fui ayudado por alguien mas y esto produjo un gran cambio de vida en mi persona.  

Alguien dijo, “No es mas rico el que tiene más, sino él que ayuda con lo que tiene.”  Te quiero invitar a que tu te unas a esta gran causa en lo cual juntos podremos provocar un gran impacto en aquellos quienes están al alcance nuestro, que puedes formar parte de nuestro gran equipo, y que experimentemos juntos un gran cambio en nuestras vidas y en la de los demás.  


Bienvenidos a Vidas Cambiadas. 

Te saluda cordialmente su fundador, Marcelo Toro 

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